lunes, 20 de febrero de 2012

“Acuérdate, hombre, de que eres polvo y en polvo te has de convertir”

Con la llegada del Miércoles de Ceniza se nos anuncia el inicio de la Cuaresma. Es un tiempo de una intensa preparación material, especialmente entre los cofrades, pero sobre todo, espiritual. Es un momento para el cambio profundo de nuestras vidas, para reflexionar sobre la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Salvador. A partir del próximo miércoles se sucederán los actos cofrades: vía crucis, cultos, ensayos, conciertos, etc.; todo ello de nada sirve si no preparamos con anterioridad nuestro espíritu, para celebrar con plenitud los misterios de la Pasión.

La imposición de las cenizas que recibiremos el próximo miércoles nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo. A partir de ese momento comienza la Cuaresma, que constituye un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.

La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres. Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios.



No hay comentarios:

Publicar un comentario