-Te adoramos, Cristo, y te bendecimos,
-Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
Amén
Jesús, después de haber sido azotado y coronado de espinos, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir crucificado. Con esta condena se abre el camino hacia la Cruz, aunque los padecimientos de Cristo ya habían comenzado anteriormente, como ya sabemos durante la oración en el huerto y el posterior prendimiento de nuestro Señor.
En esta primera Estación hemos seleccionado para este año el conocido misterio de la Hermandad sevillana de la Esperanza Macarena. En él, Antonio Castillo Lastrucci supo elaborar unas figuras secundarias que casaban a la perfección con la Imagen del Señor, de más antigüedad, y que lo insertaban dentro de la escena a representar: La condena a muerte de Jesús por parte de Poncio Pilatos. En la imagen, vemos al Señor ataviado con una rica túnica bordada por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, con un diseño muy original, que rompió con lo que se había hecho hasta ese momento en Sevilla.
Procesiona en la Madrugada del Jueves al Viernes Santo, precediendo el paso de palio de la conocidísima Esperanza Macarena. Su paso es una expresión única y original del arte cofradiero sevillano, y constituye un modelo apenas copiado por otras hermandades; fue elaborado por Rafael Fernández del Toro en 1955, y dorado por Manuel Calvo Camacho.
Es acompañado musicalmente por la Centuria Macarena, popularmente conocidos en Sevilla como "los armaos", que lucen un original atavío diseñado por el ya mencionado Rodríguez Ojeda, al que nos referiremos en más ocasiones en otras entradas. La Centuria tiene un original y clásico estilo musical, alejado del amaneramiento excesivo que predomina en la mayor parte de formaciones de CC y TT, así como Agrupaciones Musicales en la actualidad.
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