SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

Despedimos el año en el que empezamos la andadura de este blog con una entrada dedicada a la Solemnidad que celebraremos mañana. Se trata de la de Santa María, Madre de Dios. Mañana, entre resacas y cansancio, pasará casi desapercibida, pero no por ello será menos importante.

La antigüedad de esta fiesta es grande, y el motivo de su celebración del inicio del año civil trae consigo una importante simbología. Es el inicio de un nuevo tiempo de nuestras vidas, para que su imagen maternal, y su Presencia como Madre de Dios y Madre nuestra esté desde el inicio del nuevo tiempo acompañando todo el año que comienza.

GLORIA A DIOS EN EL CIELO, Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD. 

Casi sin darnos cuenta hemos llegado a la Navidad, tras un breve descanso de publicaciones. Tal vez muchos se pregunten por qué un blog de temática cofrade da un vuelco tan grande en estos días, cuando ni tan siquiera nos recibe al entrar una marcha procesional, sino un hermoso villancico, Adeste Fideles. La ocasión lo merece. Parece que quedan ya lejanos esos días de cuaresma, de intensos preparativos, de olor a incienso, donde nos preparábamos para celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección del Salvador. Ahora toda la Iglesia Universal –cofrade o no- cambia de color, se reviste de blanco puro para celebrar la venida de Dios hecho hombre, que acampa entre nosotros; se hace uno más entre la multitud para salvarnos y traer al mundo la Buena Nueva. 

“Donde dos o más se reúnan en mi nombre, allí estoy yo” (Mt. 18,20). Con esta frase de Cristo nos quedamos, para que lo sintamos más cerca de nosotros en estos días entrañables y familiares, en los que de una manera especial celebramos su venida al mundo en carne mortal. 

DESDE EL BLOG “EL PENITENTE”, FELIZ NAVIDAD DEL SEÑOR, Y PRÓSPERO AÑO 2012.

LA INMACULADA EN LA SEMANA SANTA DE FERNÁN NÚÑEZ

Ya a lo largo de este mes de diciembre que acabamos de empezar hemos dedicado diversas entradas a la Inmaculada Concepción, al origen de esta devoción y sus repercusiones en algunos lugares. En esta entrada resumiremos brevemente la presencia de María Inmaculada en nuestro pueblo.

Desde finales del siglo XIX, se desarrolló en Fernán Núñez el movimiento de la Archicofradía de las "Hijas de María", una asociación expandida por todo el mundo formada exclusivamente por mujeres solteras. En nuestra localidad fueron numerosas las integrantes de esta "cofradía" que dista mucho de lo que nosotros entendemos en la actualidad como Hermandad. Estas mujeres se dedicaban a propagar el amor a María constantemente, y tenían una intensa actividad a lo largo del año para poder sufragar sobre todo, los costosos y elaborados cultos a la Virgen. Ellas se encargaban de organizar una solemnísima Novena previa a la fiesta que celebraremos el próximo 8 de Diciembre, y traían desde fuera a prestigiosos predicadores que exaltaran la figura de María. Con algunas etapas de decadencia, resurgieron notablemente durante la década de los años 50 y 60, de cuya actividad se recogieron abundantes frutos que aún hoy se palpan en la devoción tierna y sencilla que Fernán Núñez profesa a su Madre Inmaculada.

Inmagen titular de las Hijas de María, obra de un escultor granadino de los años 60 del siglo XX, que reproduce
el modelo  de tamaño académico que creara el famoso Alonso Cano en el siglo XVII para la catedral Granadina.

Las cofradías de Penitencia veneran con especial esmero la figura de María Santísima en sus diversas advocaciones, y no se olvidan de la Pureza Inmaculada de Ésta desde el primer instante de su concepción. Así, es frecuente encontrar en nuestra Semana Santa la presencia de iconos de la Inmaculada que resaltan ese valor de la Santísima Virgen. 

En Fernán Núñez la cofradía de Jesús del Huerto nos muestra en la gloria de su techo de palio un hermoso relieve de la Inmaculada Concepción, rodeada por una rica ráfaga plateada. 

Los  cofrades de la Coronación de Espinas también quiso exaltar la pureza de su Madre bendita, y por ello bendijeron a su titular un 8 de Diciembre de 1996, e igualmente, celebran función cada año en este día para conmemorar el hecho. En su paso de palio, el pintor local Alfonso Tejederas, ha creado una bella orla que muestra una original representación de la Purísima, con un talante maduro alejado de la dulzura aniñada que  tradicionalmente caracteriza esta iconografía.

 Cada Martes Santo procesiona Mª Stma. de las Lágrimas ataviada con los colores inmaculistas por antonomasia, el blanco y el azul. No portan ninguna insignia que proclame expresamente la Pureza de María, pero el mero atavío de la Virgen y su dulcísimo rostro ya dan muestra de ello.

Finalmente, Nuestra Señora de la Soledad porta en la gloria de su palio un bello lienzo que reproduce una de las Inmaculadas magistrales de Murillo. Con éste, se cierra el ciclo de alusiones inmaculistas que nuestra Semana Santa nos muestra cada año.

EL CONFLICTO DEL DOGMA INMACULISTA EN LA SEVILLA DEL SIGLO XVII

SEVILLA, 1613. 

En 1613 tiene lugar en Sevilla una auténtica explosión de fervor mariano, fruto de una larga tradición, como ya hemos visto. Algunos llamaron a lo que nos referimos como “The Marian War”, literalmente: la Guerra Mariana. 

Todo comenzó en la capital Hispalense el 8 de Septiembre de 1613 en el Convento dominico de Regina Angelorum, donde el prior predicó en la fiesta de la Natividad de María que tenía ciertas dudas sobre la concepción sin mancha de María, como opinaba por lo general toda la orden. 

En ese instante se inicia un clamor popular sin precedentes para defender a toda costa la Pureza Inmaculada de la Santísima Virgen. Esta “rebelión” será animada por los jesuitas, la orden franciscana, tradicionalmente inmaculista –que además no mantenía buenas relaciones con la orden dominica-, la mayor parte de los nobles de la ciudad, el arzobispo, e incluso el rey de España. Fue un asunto que involucró a toda la sociedad. 

A partir de ese momento se organizaron numerosos actos de desagravio como novenas, procesiones, manifestaciones, juramentos de fidelidad. El pueblo tomó en seguida partido a favor de la Inmaculada y en contra de los frailes de Santo Domingo, que se quedaron solos en sus planteamientos, pues tenían al pueblo en su contra. Los sevillanos intervinieron activamente en esta cuestión teológica, pues ellos la sentían como algo propio, muy suyo. 

Diariamente se veían salir del convento de San Diego de Alcalá, convento franciscano y foco principal de este movimiento, procesiones de desagravio, largos cortejos de fieles precedidos por un fraile que portaba un estandarte con la efigie de María (Simpecados). Recorrían las calles de la ciudad cantando alabanzas a María y atrayendo con su fervor a muchas personas que, presenciando el cortejo, se animaban a incorporarse a él. 

Se hicieron además populares las coplas y versos que se dedicaban en defensa de la Inmaculada. Se organizó un concurso poético con el fin de premiar las mejores. Se dieron a conocer las compuestas por encargo de la Hermandad del Silencio a Miguel Cid, y que se hicieron enormemente populares desde entonces:

Aunque no quiera Molina 

ni los frailes de Regina, 

ni su padre provincial, 

todo el mundo en general 

a voces, Reina Escogida, 

diga que sois concebida 

sin pecado original. 

Inmaculada Concepción conocida popularmente como "La Cieguecita". Se venera en la Catedral de Sevilla y fue ejecutada por Juan Martinez Montañes en 1618, en pleno apogeo de la polémica entre maculistas e inmaculistas. Muchos la consideran como la Inmaculada más bellas que jamás ha sido creada, y no están faltos de razón.

Unidos el pueblo y la mayor parte de la Iglesia, se propuso solicitar al Papa la confirmación de la Inmaculada Concepción como dogma, que desautorizara a los dominicos. En octubre de 1617 se recibió la bula de Paulo V, y las calles de Sevilla fueron una auténtica fiesta, desbordándose el entusiasmo, con repique, luminaria, corridas de toros y otros festejos. La bula, si bien no define el dogma de la Inmaculada Concepción, sí concede plena libertad para seguir con la devoción. Numerosas hermandades sevillanas juraron defender incluso con sangre la Pureza de María, y algunas, como es el caso de la Hermandad del Silencio, lo sigue renovando cada año. 

El episodio causó una fuerte impresión en Sevilla. Como vemos religiosidad popular llevada a todos sus extremos, en el que incluso participan minorías raciales, abundantes por entonces en Sevilla. La polémica sevillana fue acallada con la bula pontificia, pero la problemática no había hecho más que empezar, y se sucederá por otras ciudades como Córdoba y Granada, que si es posible, abordaremos en otras entradas.